miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Qué harías por un vaso de agua?


Otra aventura de Los Caballeros de la Lectura.
Esta ocasión se a cercaron a mí, a ofrecer su ayuda, como todos los domingos, ellos saben quién necesita sin que nosotros pidamos su valiosa ayuda. Este texto que me proporcionan, espero nos sirva para entender que estamos destruyendo nuestro mundo y cuidarlo, así como los recursos de nuestro planeta.

Ellos siguen aprendiendo día a día, y así nos enseñan defendernos.

(Lo siguiente es una adaptación de una narración hecha por un profesor de bachillerato, recitada a un integrante de "Los Caballeros de la Lectura". Anticipamos una disculpa por no proporcionar la información sobre el autor, puesto que aun no conocemos referencias del mismo.)
En un pequeño pueblo apartado de la urbe, sucedió un fenómeno catastrófico. Cuentan los lugareños que en esos tiempos la vida resultaba difícil. Todo comenzó cuando una inesperada mañana, el Alcalde de aquel pueblo, convocó a una junta donde se comunicaría un tema importante. El aviso causo revuelo entre los habitantes, quienes con miedo, acudieron a la plaza pública a escuchar aquel tan urgente mensaje. Una vez reunidos, el mensaje no se hizo esperar. El Alcalde anunció, con gran decepción, que los abastos de agua eran más que limitados. La catástrofe era inminente, el agua estaba a punto de extinguirse en aquel pueblo y las opciones para el suministro eran igual de escasas, ya que el pueblo se ubicaba en una región apartada de la urbe y también de provisores naturales de agua. La noticia causó pánico entre la gente, mismo que les impedía actuar con calma ante la catástrofe. El Alcalde, al ver la preocupación y el sobre salto que provocó la noticia, calmó a la población dando a conocer que no todo estaba perdido, ya que se tenía un plan de emergencia, consistía en el auxilio de unos exitosos científicos locales, quienes habían descubierto una manera de purificar el agua. Sin embargo, esto sólo les proporcionaría una porción pequeña de agua a cada habitante, lo que significaba que tenían que racionar su consumo de agua.
Desafortunadamente, los habitantes del pueblito, estaban demasiado acostumbrados a no sufrir escasez de agua. Los habitantes, acostumbraban a darse baños largos, barrer las calles con chorros presurizados de agua; en tiempos de calor; sacar una pequeña alberca para refrescarse y divertirse; lavar el automóvil con uso excesivo de agua(los que contaban con automóvil), etcétera. Cuando se puso en marcha el plan de emergencia, los habitantes lo pasaban muy mal, no les alcanzaba el poco abasto de agua. Gastaban toda el agua en bañarse, o en barrer la calle, nunca les alcanzaba para todo lo que tenían que hacer y pronto, el pequeño pueblo, se convirtió en un lugar fétido e insalubre. El Alcalde convocó a una nueva junta, en la cual se darían unos pequeños pasos a seguir, para una mejor administración del agua. La gente desesperada, adopto las medidas sin oponerse. Las medidas eran un tanto drásticas, pero se amoldaban a la situación. Se trataba de administrar el agua: bañarse con esponja, apartar agua para beber, utilizar sólo un plato para no lavar varios, no tirar basura en la calle para no barrer ten frecuentemente; estas eran algunas de las medidas propuestas. Con arduo trabajo, los lugareños se adaptaron a las medidas de racionalización del agua, pronto se notaba una población más estable en todos los sentidos. La gente se notaba más feliz, consiente, limpia y organizada y organizada. Lo mismo sucedía con las calles y no sólo se racionaba el agua, sino también diversos recursos de los que se hacía un uso desmesurado. Ahora, el agua sobraba en vez de faltar, ya no se contaminaba y era más fácil su purificación, además se concentraba el agua en cisternas de emergencia.
Pasó aproximadamente un año, cuando el Alcalde dio un nuevo informe: “El aguan nunca escaseo, sólo fue un simulacro preventivo”. Los lugareños quedaron estupefactos, sin embargo, decidieron seguir con sus medidas de prevención, ya que estas los habían hecho más conscientes. En la actualidad, el pueblito goza de un buen nivel de vida, nada les hace falta porque no abusan de nada.
Algunas veces, cuando nos cortan algún servicio, nos desesperamos y preguntamos porque lo hacen, pero si estuviéramos preparados para esto no nos afectaría tanto. Recuerda el no saber administrarnos en nuestros gastos, nuestros recursos nos perderá como humanos. Solo sabemos gastar y esto es cuestión de educación.
“Los hombres vulgares han inventado la vida en sociedad porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos”. Arthur Schopenhauer.
Los Caballeros de la Lectura, nos traen este texto para prevenirnos, y enseñarnos a cuidar nuestro planeta y podamos vivir un poco más. Recuerda que esto es cuestión más que nada de educación.

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